Los prejuicios son una manera
casi segura de alejarnos
de la verdad. ( Anónimo)
Quien quiera entrar en la senda del conocimiento superior debe prepararse en desvanecer su yo y todos sus prejuicios. Cuanto más lo logre, tanto más las cosas nuevas podrán, entonces, asimilar en él; pues solo los grados más elevados de esta dedicación desinteresada hacen al hombre capaz de asimilar los hechos espirituales superiores que le rodean por todas partes.
Es posible abrir en nosotros conscientemente esta facultad y se puede, por ejemplo, abstenerse completamente de todo juicio sobre las personas de nuestro ambiente, de borrar de nosotros la imagen de simpatía y disgusto, de estúpido o inteligente, que estamos acostumbrados a emplear en nuestras apreciaciones. En cambio, hay que aspirar comprender a las personas simplemente, así como son.
A pesar de todo esto, tal vez nos pueda ser posible a los humanos algún día trascender esta absurda inclinación, que nos divide a todos.
El despertar espiritual se refiere a ir más allá de lo habitual y terrenal.
Los obstáculos y los inconvenientes vienen mayoritariamente de nuestros prejuicios internos.
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