LA FLOR DE LA VIDA

El patrón geométrico que forman diecinueve círculos entrelazados e insertados a su vez dentro de una esfera se llama La Flor de la Vida.

Este código es un patrón original, a través del cual, la Vertiente Divina crea, expande y desarrolla absolutamente toda manifestación de vida en el Infinito Universal.

Podemos tener una idea aproximada de una edad mínima por el templo medio de Osirión en Abydos, Egipto, en donde se encuentra este símbolo. También ha sido encontrado en Masada Israel, el Monte Sinaí y muchos templos en Japón, en China y más recientemente en la India.

Se podría decir que es la matriz geométrica de la vida, y que de ella surgen todas las demás formas vivas. Dentro de este símbolo se pueden encontrar todos los bloques de construcción del Universo que nosotros llamamos los Sólidos Platónicos(tetraedro, cubo, octaedro, dodecaedro e icosaedro)

Merkaba significa campo de Luz-Espíritu contra-rotatorio. Se conoce que éste campo de energía formaba parte activa del ser humano hace 13 000 años y debido al desfazamiento de las dimensiones se sufrió una caída de conciencia a la tercera dimensión y se perdió la conciencia del Merkaba. La memoria de este campo se activa mediante el proceso de dibujar y meditar en los mandalas de la Flor de la Vida que contienen todo el conocimiento del Universo.

Formas como la flor  de la Vida, contienen una belleza inherente y un atractivo universal, porque se identifican con una parte básica dentro de nosotros, dentro de todos nosotros.

Representa el ciclo de un árbol frutal. El árbol frutal hace una pequeña flor que pasa por una metamorfosis y se convierte en una fruta. La fruta contiene dentro la semilla, que cae al suelo y entonces se convierte en otro árbol. Por lo que ahí existe un ciclo de árbol a flor, a fruta, a semilla y de vuelta nuevamente a un árbol, en esos cinco pasos. Los simples cinco pasos milagrosos en este ciclo de la vida, realmente son un paralelo con las geometrías de la vida.

 La Geometría Sagrada es el fundamento de nuestro ser y señala un orden divino en nuestra realidad. Podemos seguir ese orden desde el átomo invisible hasta las estrellas infinitas, encontrándonos a nosotros mismos en cada paso.

De acuerdo con las creencias esotéricas, contiene un valor antiguo y religioso asociado a las formas fundamentales del espacio y tiempo.

La flor de la vida es el código o matriz holográfica que el espíritu universal diseñó para poder crear y manifestar todo lo que existe en el universo .