El tema de la crisis económica y como afectará a las personas es un tema inquietante. Debido al modelo económico existente ésta puede ir propagándose de país en país afectando la vida de miles de personas. Pero que es en verdad la crisis, donde surge, en que momento nos vimos envueltos en esta realidad, en esta máquina económica donde vendemos nuestra libertad a un precio demasiado alto?
Este mundo se volvió demasiado insensible y se lo permitimos, olvidamos lo que era ser personas y nos convertimos en máquinas y lo permitimos, permitimos que existan empleos donde no se respetan los derechos solo porque el sistema exige competitividad.
Vemos la desigualdad social y nos acostumbramos, transamos a cambio del dinero y dejamos de ver, porque era mas cómodo así, lo que siempre estuvo frente a nuestros ojos, dejamos de ponernos en el lugar del otro porque eso era “inconveniente”.
Existe una responsabilidad social que las grandes empresas no están asumiendo, y la desigualdad cada vez es mayor.
El cambio puede partir de mi, sin lugar a dudas puedo hacer todo lo posible por mejorar como persona e intentar cambiar mi realidad y la realidad de los que me rodean, pero eso no es suficiente, para que el cambio se perciba debe haber un cambio colectivo, este cambio debe ser tan profundo que debe significar un nuevo despertar.
Hay millones de personas en el mundo que necesitan que despertemos. Por una vez dejemos el egoísmo de lado. La pregunta que debemos hacernos es ¿Qué hago para cambiar el mundo hoy?
El modelo económico permite un círculo vicioso de oferta y demanda, donde las personas son influenciadas por los medios a consumir bienes que no necesitan aumentando la riqueza de la empresa y de los inversionistas, confirmando el nefasto modelo económico en el que estamos insertos.
Si miráramos todas las variables que afectan la economía podríamos darnos cuenta que la unión de las personas es fundamental para generar un cambio en el modelo, influenciando los gobiernos, las empresas y en general a todos los medios que participan en ella.
Winston Churchill dijo que el capitalismo era la mala distribución de la riqueza y el comunismo la buena distribución de la miseria, hoy en el siglo XXI digo que el modelo actual es la buena distribución de indignación por los que tienen el poder en el mundo.
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